Se le llama «negacionismo» al comportamiento irracional que consiste en rechazar la aceptación de una realidad empíricamente verificable, independiente de los pareceres, opiniones y sentimientos individuales, cuya verdad resulta incómoda para el negacionista. Así, por ejemplo, el Estado Turco niega el genocidio armenio, los terraplanistas niegan la esfericidad de la Tierra y los transactivistas niegan la realidad biológica del sexo.
Cuando, Victoria Villarruel encabezó el acto «Homenaje a las víctimas del terrorismo» en la legislatura porteña, una avalancha de notas periodísticas buscó interpelar la indignación general acusando a la candidata a vicepresidente por La Libertad Avanza de «negar el terrorismo de Estado». En otra nota desarrollaremos qué niega y qué afirma Villarruel. Para el propósito de estas líneas, digamos que, hasta ahora, Villarruel sólo hizo un acto y dio un discurso. En cambio, el peronismo ya usó la ESMA para los «asaditos de la alegría» organizados por La Cámpora. Ya realizó en la ESMA festivales de cumbia para recordar moviendo el culo con Sudor Marika. Y es el actual gobierno peronista el que ahora le entregó, al Club River Plate, más de siete hectáreas de la ESMA por tiempo indeterminado, «Para el fortalecimiento de la Memoria, la Verdad y la Justicia». En otras palabras, mientras La Libertad Avanza –que no gobierna ni tiene aparato, gobernadores, burocracia sindical, patotas, movimientos sociales, intendentes, punteros…– organiza actos y pronuncia discursos, el peronismo en el gobierno concreta negociados con un club privado para hacer deportes en el sitio donde torturaban, asesinaban y desaparecían a nuestros compañeros. ¿Escandalizan más las palabras que los hechos? ¿Asustan más los homenajes que las medidas de gobierno?
Para desplegar este problema, el jueves 21 de septiembre entrevistamos a Carlos Loza, compañero sobreviviente del campo de concentración ESMA, militante del gremio portuario y activista por los derechos humanos.
VyS: Carlos, ¿qué es lo que está sucediendo en los terrenos que formaron parte del campo de concentración de la ESMA?
CL: El Campo de Deportes de la ESMA vuelve a ser noticia. Y, lamentablemente, lo que ha hecho el juez que tiene la causa, al decidir innovar sobre un acuerdo que había hecho la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) con la Secretaría de Derechos Humanos: el juez [Ariel] Lijo, a cargo del Juzgado 12 de la Capital Federal, otorgó esas tierras al Club Atlético River Plate, sin pagar nada, en forma gratuita y por tiempo indeterminado.
Los sobrevivientes y familiares de desaparecidos salimos a oponernos y a denunciar esta situación, pero el juez todavía no ha dado marcha atrás. Se trata de 7,3 hectáreas, un lugar bastante extenso, que a veces se confunde como Campo de Deportes. Pero era un campo de entrenamiento adonde se llevaba a los colimbas para hacer ejercicios. No había canchas. Era un campo para formar soldados, generalmente colimbas, y hay testimonios de colimbas que señalan esto y señalan, además, que ahí, en ese lugar, había quema de cuerpos. Son muchos los casos, muchos colimbas –y muchos más que pueden ser citados–, cuyos testimonios, inclusive en la Conadep, que son de febrero de 1984, cuando la comisión sobre la desaparición de personas funcionaba, se refieren a esto como «la parrilla»: la descripción de una batea de 1,90 m. por 1 metro, aproximadamente, donde se amontonaban los cuerpos que eran trasladados hasta alllí en camionetas; se ponían cubiertas y luego se prendía fuego esa batea durante la noche. En la jerga militar, esta práctica se llamaba «los asaditos».
Los «asaditos» eran la cremación de los cuerpos de los compañeros que habían sido asesinados fuera de la ESMA y transportados hasta allí. O de los compañeros que morían asesinados durante la tortura o directamente ejecutados por los marinos de la Escuela de Mecánica de la Armada. Estos cuerpos no salían de la ESMA hacia los «vuelos de la muerte», porque desde los vuelos se arrojaban compañeros vivos, no cadáveres. Los cadáveres flotan. En cambio, un cuerpo vivo llena sus pulmones con agua al intentar respirar y se hunde. Por eso se arrojaban al mar cuerpos de compañeros con vida, dormidos. Para que no flotaran. Como en la ESMA no había lugar para conservar cadáveres, no había morgue, los cuerpos de los compañeros eran cremados en el campo de entrenamiento. Nosotros diferenciamos esto, claramente, de los cementerios. Porque estos cuerpos no aparecían en entierros clandestinos, en fosas comunes u otros lugares.
Esto no invalida que el Equipo Argentino de Antropología Forense haga las investigaciones que tenga que hacer. Pero en este punto estamos buscando reconstruir la historia de los compañeros cuyos cuerpos terminaron en el crematorio del campo de entrenamiento de la ESMA.
VyS: Entonces, no es el campo de deportes…
CL: El campo de entrenamiento es uno de los predios en que la ESMA efectuaba esas tareas. Cruzando las vías hacia el río, cruzando la Lugones y las vías hacia el Río de la Plata, ahí estaba ese campo de entrenamiento. De este otro lado estaba el campo de deporte propiamente dicho, donde había canchas de fútbol y ahí se hacían deportes, generalmente.
VyS: ¿No hay procedimientos previstos para estas situaciones?
CL: Este crematorio realmente no ha sido investigado por el juez. Tengamos en cuenta que cuando se reabrieron las causas, a partir de 2004, 2005, el juez que tenía la causa anteriormente, Sergio Torres, mantuvo el «no innovar» durante 14 años. Y ahora, de buenas a primeras, un juez como Lijo, que es subrogante, no es el titular, se atreve a levantar lo de «no innovar» por pedido de un organismo del Estado como es la AABE, que depende de la Jefatura de Gabinete, donde está Agustín Rossi [candidato a vicepresidente de Unión por la Patria]. Y pretende entregarlos sin haber consultado a los familiares, a los sobrevivientes, a los organismos de Derechos Humanos, tal como está establecido en la legislación argentina y el compromiso asumido inclusive por la Secretaría de Derechos Humanos. Sin embargo, la Secretaría de Derechos Humanos fraguó información al declarar que había consultado a los familiares y a los organismos, y que estábamos de acuerdo, cuando el 99,9% no fue consultado: ni a organismos ni a sobrevivientes ni a familiares. Y se aventuró a ceder el predio a River Plate, una decisión que fue inclusive cuestionada por el Relator de Naciones Unidas, quien se pronunció el 10 de julio para que no se toque nada de ahí, que se retorne a la situación anterior y que se vuelva a convocar a los sobrevivientes, familiares, organismos de Derechos Humanos, para que expresemos nuestra opinión.
En eso estamos, trabajando con una buena cantidad de sobrevivientes y de familiares, con quienes vamos a hacer unas próximas presentaciones para que esto dé marcha atrás. A pesar del compromiso que asumieron de que no iban a innovar ayer [miércoles 20 de septiembre de 2023], a última hora de la tarde nos han hecho llegar dos fotos en las que se ve claramente que ahí hay un camión con un volquete. Evidentemente están trabajando, a pesar de que no tienen que hacer nada hasta que el Equipo de Antropología Forense intervenga. Para eso, primero tienen que hacer las consultas. Eso también lo estamos denunciando y lo que queremos es que ese espacio sea un espacio de memoria. Nos han argumentado que, por problemas presupuestarios o de otra índole, no pueden controlar todo eso, que hay que entregárselo a un privado. A los familiares, que sabemos y que tenemos numerosos casos probados de cuerpos cremados en el campo de entrenamiento, nos tendrán que explicar que ahí no va a estar más este sitio de memoria, sino que va a haber instalaciones deportivas cedidas a un club de fútbol, gratuitamente y por tiempo indeterminado. Esto es un negociado que está organizado por las autoridades de River y funcionarios públicos, especialmente de la AABE, que nosotros vamos a enfrentar.
VyS: Hubo una declaración de la UNESCO en estos días…
CL: También en estos últimos días, más precisamente antes de ayer, la UNESCO declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad al espacio del Museo ESMA. Pero ese espacio está conformado únicamente por el Casino de Oficiales, cuando en verdad todo el predio pertenecía al campo de concentración, incluido el campo de entrenamiento que nosotros queremos que no se le entregue a River. En este sentido, tampoco están incluidas en la declaración de la UNESCO las otras instalaciones, que son muy importantes. Por ejemplo, el garaje, donde se preparaban las unidades, se cargaba el gasoil, etc., para llevar los cuerpos de los compañeros a los crematorios. Por ejemplo, el edificio «cuatro columnas» y las otras instalaciones que servían de soporte. El campo de concentración no era simplemente el Casino de Oficiales, sino que todo el lugar estaba predispuesto para realizar el exterminio de los compañeros durante los años de la dictadura.
Así que queremos resaltar esto: estamos totalmente de acuerdo con que sea patrimonio cultural de la UNESCO. Pero que sea patrimonio cultural todo el predio. Porque corre el peligro de que por un cambio de gobierno se empiece a lotear, o se haga un uso indebido que vaya contra la memoria.
VyS: En otros lugares del mundo donde hubo campos de concentración, se han dado discusiones acerca de cómo se tienen que conservar este tipo de espacios, qué tipo de remodelaciones se pueden hacer o no, qué se considera un «adorno» o cierto embellecimiento de la fachada… ¿Hay discusiones al respecto?
CL: Claro que sí. Nosotros consideramos que la ESMA debe quedar como estaba. Porque, en realidad, nosotros no estuvimos en este edificio que está ahora. Nosotros estuvimos en un edificio lúgubre y siniestro. Por eso tampoco estamos de acuerdo con llamarla «ex» ESMA. Para nosotros es la ESMA. En Alemania no hay un «ex Auschwitz»: está el campo de Auschwitz, con cierto mantenimiento, pero tal como era cuando se realizaba el exterminio. Y surge esto de no incorporar, no haber incorporado a la declaración al resto de la ESMA, ahora corremos peligro por la situación política que hay y las fuerzas ultraderechistas que quieran reinstalar la «Teoría de los dos demonios» nuevamente, que si llegaran a ganar algunos de los funcionarios más ultraderechistas, van a querer barrer con ese espacio y hacer más negociados.
Entonces no es con una declaración de intenciones que se protege la memoria, sino que los espacios deben ser conservados tal como estaban. Si bien hubo rellenos en el campo de entrenamiento cuando se realizaron las autopistas, el relleno proviene de esas obras que se hicieron ahí, de las demoliciones, debe quedar así. Ahora es un campo que está siendo prácticamente intrusado con camiones y volquetes. Y nosotros queremos que eso quede como está, como quedó ahora, no mutilarlo más. Que quede el campo verde y el cuidado de la seguridad que tiene que tener el lugar, nada más.