Cruel en el cartel
la propaganda manda cruel en el cartel
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión, se rifa el corazón.
(1955)
En la mañana del jueves 18 de abril fue invitado al canal de streaming Blender un joven de 17 años que se hace llamar Turro Baby1, cantante freestyle y militante peronista en el centro de estudiantes del colegio Mariano Acosta (CABA)2. El cantante fue a presentar su canción «Cojer Wachas», cuyos tópicos orbitan alrededor de un «realismo capitalista» explícito desde los primeros e insistentes versos de su hit:
A mí me gustan las guachas, y el RKT
Las cadenas de oro, el asado y el Fernet
A mí me gusta tu guacha, y yo a ella también
Plata y más plata, y más plata, y más, ey
Plata y más plata, y más plata, y más, ey
Plata y más plata, y más plata, y más, ey
Plata y más plata, y más–
Plata y más plata, y más–
Plata y más plata, y más plata y más plata, y más pla-pla-pla-pla–
Plata y más plata, y más plata, y más, ey
Plata y más plata, y más plata, y más, ey
Plata y más plata, y más–
Plata y más plata, y más–
Plata y más plata, y más plata…
La cosificación de las mujeres –quienes aparecen mezcladas en una colección de consumos (Fernet, asado, cadenas de oro, el género musical RKT… más adelante «fumar porro y tomar lean»3)– no fue lo que más llamó la atención de los colaboradores del programa Desayuno intermitente (conducido por el comediante Fede Simonetti). Fue un verso de la segunda estrofa, que usamos para titular esta nota:
A mí me gusta la cumbia
Ñeri, las morochas y las rubias
Los piolas nos drogamos, los giles estudian
Dale, movelo, turrita caramelo
Me quieren rescatar, pero yo siempre me vuelo
Me escaneé el ojo y le puse todo al rojo
Vamos a comprar puchos
Tranqui turro, tengo el Mercado Pago trucho
Mis ñeras son re rochas
Mis ñeris son re pillos, quieren hacer una bocha de
Plata y más plata, y más plata, y más plata, ey
Plata y más plata, y más plata, y más plata, ey
Plata y más plata, y más plata y más plata
Y más plata y más plata, y más plata y más plata, ey
Consultado acerca del proceso de creación poética, Turro Baby explicó que la composición de ese verso tuvo como fuente de inspiración una práctica común entre sus compañeros de colegio: dejarse leer el iris por la empresa Worldcoin, recibir a cambio 30 dólares en criptomonedas, cambiar esa suma por 20 dólares en efectivo (o su equivalente en pesos) y jugarlos en casinos virtuales durante los recreos escolares.
Esa práctica no se limita a ciertos colegios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ni suele sublimarse en letras de RKT para elogio del Duki en las redes sociales. Pero dejarse escanear un ojo a cambio de dinero y apostar en plataformas electrónicas son actos bien diferenciados, así que vayamos por partes.
El ojo del proletario
Desde el año pasado los medios vienen informando sobre la aparición del extraño fenómeno de los ojos escaneados en la vía pública:
Filas de argentinos en Palermo, en Bariloche o en Córdoba han permitido que una esfera de aspecto retrofuturista escanee el iris de sus ojos a cambio de recibir como depósito inicial 10 tokens de una criptomoneda llamada Worldcoin y que cotiza en torno a unos USD 2,50 en el mercado.
El proyecto, impulsado por el célebre Sam Altman, creador de ChatGPT, despertó en la Argentina el interés de medio millón de personas que se prestaron a la lectura de sus datos biométricos a cambio de, instalación de una app mediante, recibir ese equivalente a unos $30.000 en criptomonedas.4
Esta «criptomoneda biométrica con reconocimiento de iris» fue desarrollada por Tools for Humanity, que tiene sedes en San Francisco y en Berlín. Como si se tratara de una especie de Black Mirror de la miseria, la empresa aprovechó la víspera de las fiestas de fin de año para salir a escanear ojos en el conurbano bonaerense, como podemos contemplar –no sin asombro– en este informe de Martín Ciccioli para Telefé. Los testimonios son pavorosos:
Así lo explicó una persona que se sometió a ello: «Te escanean la cara, el ojo, con un orbe, y ellos te regalan 10 monedas de bitcoin, que son 37 dólares, 38 más o menos». Y aseguró que los cobró, los cambió y también anduvo comprando y vendiendo.
Otro entrevistado dijo que «te hacen como un reconocimiento facial, te escanean la cara y eso». «Me dijeron que era para que el día de mañana no te puedan hackear las cuentas y esas cosas», añadió, y detalló que le entregaron lo equivalente a «33.000 pesos». «Me los dan en criptomonedas y yo los paso a pesos argentinos. Con la aplicación Lemon», explicó.
Por su parte, un joven contó que acudió al lugar «por unas monedas virtuales, una moneda como bitcoin». «Vine por necesidad. Tengo mi trabajo aparte, pero por necesidad lo tengo que hacer. Me dan 20.000 pesos», sumó.5
Monedas virtuales, una empresa que desarrolla inteligencia artificial, una bola plateada que escanea los ojos, la entrega masiva de datos personales biométricos sin conocer para qué se usarán… Todo puede sonar a misterio y ciencia ficción pero, como afirma el especialista en criptomonedas Pablo Sabbatella, «el dinero gratis no existe»6. O, como ironiza la revista Crisis, «el negocio entra por los ojos»7. En el capitalismo, todo manto de sospechas se disipa con una calculadora.
La mano del capital
Volvamos con Turro Baby –quien faltó al colegio para ir al piso de Blender a cantar (a las diez de la mañana) «Los piolas nos drogamos, los giles estudian»–, porque el fin que justifica sus medios (dejarse escanear el ojo) es el tema principal de nuestra nota de hoy: los casinos virtuales. Mejor dicho, las apuestas online. Pues, en rigor, no se trata sólo de casinos. Ni siquiera empieza allí la cosa. El youtuber Gonzalo Finlez lo aclara así:
Si te gustan los jueguitos, ya estás familiarizado con la timba. Aunque, por ahí, no te diste cuenta. Los lootboxes y cofres del CS [Counter Strike] o del LOL [League of Legends] y hasta los packs de cartas del FIFA son una forma de timbear.8
Los lootboxes y los cofres son medios para conseguir, a cambio de dinero, diversos objetos virtuales para videojuegos: personajes, armas, equipamiento, elementos estéticos. La película Ready Player One (2018), dirigida por Steven Spielberg, fantasea un mundo en el que todo esto es la forma de vida social generalizada.
Pero las apuestas online están vinculadas, mayoritariamente, al espectáculo deportivo. En uno de sus informes semanales, el periodista Jairo Straccia destacó que en Argentina hay 15 millones de personas vinculadas al mundo de las apuestas deportivas9. Es decir, 1 de cada 3 argentinos.
El cerebro resultante
Apostar para volver a apostar no es simplemente una condición individual llamada «ludopatía». Es la lógica ciega que rige el movimiento de la sociedad capitalista: valorizar valor, invertir para acumular, meter dinero en un ciclo económico para recibir más dinero al final del ciclo (D-M-D’, dice la fórmula analizada en el primer tomo de El Capital; aunque, en verdad, esa fórmula indica el modo en que procede el burgués con la mercancía fuerza de trabajo, no el trabajador desesperado con la estafa piramidal de las apuestas).
No es la sumatoria de conductas individuales lo que motoriza la generalización. Es una sociedad organizada sobre la propiedad privada de los medios para producir lo que empuja a un sálvese quien pueda desesperado y delirante: «Me escaneé el ojo y le puse todo al rojo».
La ley general se impone sobre los casos particulares, la relación social que regula la dinámica de la reproducción material de la vida rige sobre el comportamiento de los individuos. Por eso el problema no estriba en los comportamientos que Turro Baby celebra en «Cojer Wachas», sino en el tipo de sociedad que promueve esos comportamientos y sus celebraciones (que los promueve en la práctica efectiva, más allá de todos los discursos bienintencionados).
Estos fenómenos de degradación y envilecimiento culturales están estrechamente ligados al tipo de resultados que arroja cada informe del sitio Argentinos por la educación: la mitad de los niños en 3er grado no entiende lo que lee; la mitad de los niños en 6to grado no alcanza desempeños satisfactorios en Matemática (y un tercio no los alcanza en Lengua); la mitad de los adolescentes de 15 años cree que la inteligencia es un don que no se puede cambiar; sólo 16 de cada 100 chicos terminan el secundario en tiempo y forma.
Por eso el problema no puede resolverse atendiendo cada caso individual sino desarmando el modo en que se organiza la producción capitalista y rearmándolo bajo la socialización de sus medios y una planificación racional (orientada a la satisfacción de las necesidades humanas y no a la acumulación de capital). De lo contrario, se agudizarán todos los problemas de envilecimiento, degradación e individualismo que ya experimentamos. Porque el resultado del automatismo social capitalista no es únicamente el empobrecimiento material sino también un empobrecimiento de las facultades y destrezas conquistadas por la humanidad a lo largo de siglos (y milenios). Esta es la explicación de que tengamos escolares cada vez más brutos y robots cada vez más piolas.
El fenómeno de las apuestas online durante los recreos escolares sintetiza, con el espanto de una serie distópica convertida en realidad, el tipo de lazo social que fomenta el capitalismo para la mayoría de la población: valorizar el valor y desvalorizar a la humanidad.
NOTAS:
1 La entrevista y el tema que cantó pueden verse aquí: «Turrobaby: “Me siguió Duki y casi me desmayo”», publicado en Blender.
2 Daiana Bertuzzi, «Peronista, anti-Milei y trapero: quién es Turro Baby, el cantante que se hizo viral y causó furor en Twitter», nota publicada en VíaPaís el 16 de abril de 2024.
3 «Lean» es una droga a base de codeína y prometazina que se ha popularizado entre los jóvenes y que tiene efectos peligrosos para la salud. Ver, por ejemplo, Alejandro Horvat, «Purple Drank, el peligroso trago que es muy popular en EE.UU. y empezó a circular entre los jóvenes argentinos», nota publicada en La Nación el 17 de marzo de 2023.
4 Matías Barbería, «Woldcoin, la empresa que escanea ojos a cambio de criptomonedas y que impulsa el creador de ChatGPT: fenómeno y dudas», publicada en Infobae el 21 de enero de 2024.
5 «Misterioso escaneo de ojos llegó a La Matanza: qué hay detrás de la empresa que da criptomonedas a cambio de tu iris», publicado por El Intransigente el 29 de diciembre de 2023.
6 «El furor que causó WorldCoin en Pinar de Rocha y la mirada de un especialista», publicado en YouTube el 30 de diciembre de 2023.
7 Gilda Izurieta, «¿Eres un robot?», nota publicada en Crisis el 10 de mayo de 2024.
8 «Las Apuestas Online están DESTRUYENDO a los Jóvenes», publicado en YouTube el 17 de octubre de 2023.
9 «Apuestas online: Quiénes están detrás de este negocio», publicado en YouTube el 29 de mayo de 2024.
Hola. Leí la nota “Me escanearon el ojo y le puse todo al rojo”, me pareció muy interesante, grafica con claridad muchos temas que uno, el común, ve de soslayo y en general no le da bola. No obstante hay un trasfondo turbio en cuánto a cuál es el paradigma a seguir que apunta fundamentalmente a los jóvenes, aunque la red apunta cada ves más a segmentos preadolescentes. Los que sumamos años, sabemos que el capitalismo, en todas sus expresiones, siempre va por ahí. Particularmente en tema de las apuestas on line, está despertando las alarmas en los medios de comunicación, que alertan que estas prácticas se están convirtiendo en un gran problema.
Hola, Héctor. Te agradecemos la lectura, la reflexión y el razonado comentario escrito. Tres prácticas cuya conjunción es, lamentablemente, poco común.
Eso que observás sobre la juventud como objetivo del capitalismo para valorizar valor es acertado y no lo mencionamos en el texto. Pero es como decís: si durante el siglo XIX y parte del XX la unidad familiar proletaria era, desde el punto de vista del capital, un criadero de futuros trabajadores, hoy también es la posibilidad de abrir nichos para consumos diversos.
Quedamos a disposición para continuar el diálogo y estás invitado a participar en las actividades y plenarios que realizamos.
Saludos fraternales.